18 de abril: Día de la Educación Básica Alternativa

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Por Dra. Teresa Fernandez Bringas

El día 18 de abril del 2005 se creo la modalidad de Educación Básica Alternativa (EBA) que es equivalente a la Educación Básica Regular pero dirigida a adolescentes, adultos jóvenes, adultos y adultos mayores, que no alcanzaron a terminar sus estudios escolares de primaria o secundaria, de modo que uno de los grandes objetivos de estos programas es la reducción de la exclusión y la eliminación del analfabetismo
Los alumnos de esta modalidad son personas que estudian, a la vez que trabajan y atienden su familia, y no han tenido oportunidades de asistir a la escuela o la han abandonado por diversas razones. También atienden a personas en centros penitenciarios y a los jóvenes que están desarrollando servicio militar voluntario. La idea es proporcionarles los recursos para que puedan insertarse en el trabajo y logren su desarrollo personal pleno, por esta razón el enfoque de la modalidad se ubica en el desarrollo de las capacidades para el trabajo y las capacidades empresariales.
La importancia de esta modalidad es que al estar dirigida a los sectores vulnerables de nuestra sociedad, les posibilita ejercer su ciudadanía integral, formar parte del sistema productivo en mejores condiciones, mejorar sus condiciones de vida, desarrollar aspectos que no habían podido descubrir en sí mismos y ser más plenos, contribuyendo al bien propio, de su familia y de la comunidad. Otras ventajas de esta modalidad se ubican en el impacto social y económico nacional, pues las personas con mayores condiciones educativas pueden transitar de las actividades informales a las formales y contribuir al desarrollo local.
Muchos testimonios de quienes han estudiado en un Centro de Educación Básica Alternativa son conmovedores, pues dibujan una experiencia de descubrimiento personal increíble a partir de alfabetizarse o de obtener conocimientos de la educación básica.
Según la Encuesta Nacional de Hogares 2021 (INEI 2021), en nuestro país existen 2,373,729 millones de personas que no han accedido o no han concluido la educación básica. Ellos son la gran responsabilidad de nuestro estado, del sector educativo y finalmente de toda nuestra sociedad y de los esfuerzos solidarios que podamos desarrollar para reducir esa condición de no educación, que los excluye de espacios sociales, económicos y políticos fundamentales para ejercer ciudadanía y contribuir a la democracia.